14.10.14

SITGES 2014: Jornada 3 (de orientales desorientados y zombis nazis)

El domingo 5 de octubre, tercera jornada del festival, significó un día tranquilo para mí, pues no pude ver más que dos de las películas programadas. La primera fue la hongkonesa The Midnight After, una inenarrable cinta de ciencia ficción que, dirigida por Fruit Chan, narra las vivencias de un grupo de unas 17 personas que una noche, tras subir a bordo de un microbús urbano nocturno, a la salida de un túnel, descubrirán estupefactos que se han quedado solos en medio de la ciudad; una ciudad desierta, sin nadie en sus calles ni en los edificios, excepto la extraña y velada aparición de un tipo vestido de oscuro y cubriendo su rostro con una máscara de gas. Un producto insoportablemente aburrido y por momentos ciertamente risible, tras el que se esconde un inexplicable guión en el que se mezclan conceptos tan dispares como el Space Oddity de David Bowie, el accidente de Fukushima, un violador en potencia, un cocainómano tonto del culo, una pitonisa con fama de bruja y un virus de lo más letal, entre otras nociones de lo más absurdo e ininteligibles. Una tomadura de pelo insoportable: de aquellas que, al llegar al plano final después de dos arduas e interminables horas de metraje, uno se queda con la boca abierta cuestionándose qué coño le han contado.


Después rematé el día con un entretenimiento de lo más friki, la noruega Dead Snow 2: Red Vs. Dead, secuela del Dead Snow que se presentó en el 2009 en este mismo festival y que, dirigida por el mismo Tommy Wirkola, retoma las huestes de zombis nazis que sembraban el terror en la cinta original. Mucho más pulida y alocada que la primera entrega entrega, en esta ocasión, el único superviviente del grupo de excursionistas exterminados en el film original, unirá sus fuerzas a una camarilla de teenagers norteamericanos expertos en la eliminación de zombis para acabar con los nazis resucitados. Una especie de cartoon gore, gamberro, mucho más acelerado que el anterior y que tiene su punto culminante en una batalla campal entre los citados zombis nazis y un ejército de soldados rusos que, recién salidos de sus tumbas, buscan vengarse de la tropa germana. Una tontería, sin más que, de todos modos, desengrasó un tanto el empacho de gafapastadas y propuestas más sesudas.


En la próxima entrega, tres títulos más del Sitges 2014.

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